BIENAS TARDES
El plan de Dios es como pasar por un sitio en construcción cuando un nuevo edificio comercial está siendo construido. Observamos por una rendija de la cerca y todo lo que vemos es lodo y agujeros, grúas y andamiaje, actividad ruidosa sin ningún producto final obvio. Pero nosotros sabemos, por supuesto, que la actividad en realidad no carece de propósito. En la oficina del ingeniero hay gavetas con planos, diagramas de desarrollo y listas de datos por medio de los cuales los fundamentos, paredes, techos y servicios serán construidos. Si entendiéramos el dibujo técnico, podríamos hojear los planos y visualizar la apariencia final del edificio, admirando la gracia y solidez del diseño. Pero a primera vista, al sólo pasar por allí podríamos irnos a casa quejándonos de que se estaba desperdiciando mucho dinero.
A veces pensamos de la misma manera cuando observamos la obra de Dios.
Nunca veremos las cosas en perspectiva, a menos que entremos en la oficina del ingeniero para ver los planos. Aquí es donde esperamos ayudar con este folleto: abrir el gran plan de Dios revelado en la Biblia.
Dios tiene un conjunto de planos y un itinerario con el orden de las operaciones cuidadosamente establecido. El edificio que Él está construyendo es llamado el reino de Dios, y un día cuando todas las etapas de preparación estén completas, Él revelará una tierra llena de gracia y belleza, habitada por personas de todos los siglos pasados quienes lo han amado y han esperado en Él. Con Jesús como su Rey, gobernarán los pueblos de la tierra en una era de paz donde al fin se hará la voluntad de Dios. La nación de Israel será vista en aquel día como el marco de la estructura, las columnas y vigas que sostienen las habitaciones y pasillos